Nuestra filosofía



En  Cielo Mágico creemos que los niños son el reflejo de quienes los educan. Por eso si tantos paradigmas han quedado obsoletos y no crean un mundo mejor, creemos que es necesario un cambio en la educación.

Como nos dice Claudio Naranjo: "Cambiar la educación para cambiar el mundo".

Sostenemos en que estimular y educar a un niño, es iluminar lo que ya está ahí. Sacar a la luz el ser creativo, curioso, empático y generoso, que el niño es por naturaleza.

Creemos con fervor, en el "Efecto Pigmalión". Rosenthal y Jacobson investigaron acerca de la profecía que se cumple a sí misma en el ámbito educativo. Mostraron que las expectativas que el profesorado tiene sobre su alumnado terminan haciéndose realidad. 

En Cielo Mágico, damos un lugar primordial al juego. 
El juego es el ensayo de la vida. Con él los niños aprenden, y se desarrollan tanto a nivel cognitivo, motriz, emocional y social. 

Creemos también en la importancia de compartir como padres, espacios de juego con ellos. Para fortalecer así el vínculo paterno-filial, aprender en familia, y desarrollarnos juntos. 

Como educadores y artistas comprobamos día a día, que el arte favorece al desarrollo integral del niño. Creemos que mediante la música, el teatro, el movimiento libre, la danza, el juego y la interacción social, los niños crecen sanos.  

En Cielo Mágico, a través de cada una de nuestras propuestas ponemos énfasis en que los niños aprendan a gestionar sus emociones. Todo lo que les ofrezcamos hoy, quedará en ellos para siempre.